Jesús dijo a sus discípulos:
No son los que me dicen: "Señor, Señor", los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día:
"Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?"
Entonces Yo les responderé:
"Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal."
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. A ésta casa, le cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y la sacudieron; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre una roca.

Sin embargo, el que escuchó mis palabras y no las practicó se compara a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue enorme."
Interpretación
Jesús desea que oigamos bien sus palabras, y las pongamos en obra, para así, obrar bien y que no vayamos en desastre o hundimiento de nuestra persona.
nada
ResponderBorrar